A la espera de conocer la lista de convocados, Jorge Almirón por fin podrá disponer de un once más competitivo y adaptado a sus necesidades. Los experimentos de los partidos anteriores con falsos laterales con Josán o Fidel o la necesidad de jugar co tres centrales, atrás han quedado.

Y es que el nuevo Elche lucirá sus mejores galas en Mendizorroza. Y los fichajes de jerarquía como así ha bautizado el técnico tendrán su oportunidad. Son los casos de Marcone, Rigoni y Guido Carrillo. Están llamados a marcar más diferencias sobre un bloque en el que Barrahán se estrenará por primera vez en la lateral derecho ante la baja de Cifuentes.

Lo que es una interrogante será el dibujo táctico. Desde el 4-3-3 pasando por un posible 4-1-4-1 que también es el agrado de Almirón. Y habrá que ver cómo encaja las piezas.

En el bando contrario, Pablo Machín se encuentra con problemas para formar la línea defensiva de los albiazules, mermada por la baja de Rubén Duarte sancionado con un encuentro y las dudas de los centrales titulares Florian Lejeune y Víctor Laguardia con problemas musculares, por lo que hasta última hora no se tomará la decisión definitiva para que puedan saltar al césped de Mendizorroza.

Lo cierto es que ambos equipos están empatados a puntos en la tabla. Y son rivales directos en la lucha por la permanencia. El de mañana no es una final pero sí un partido para coger puntos, confianza y mayor rodaje.

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