Lucas Boyé volverá a medirse al Celta de Vigo, club en el que militó unos meses tras ser un refuerzo en el mercado de invierno como cedido por el Torino en la temporada 2017/18.
Con Juan Carlos Unzué como entrenador, el actual delantero del Elche no tuvo el protagonismo deseado. Solamente jugó 13 partidos para un total de 266 y no estuvo al nivel esperado.

Y a nivel personal no lo pasó bien. Su teléfono se filtró a la afición que criticó su bajo rendimiento y tuvo que bloquear a más de diez mil seguidores en sus redes sociales, además de tener que salir de muchos grupos de WhatsApp en los que se le criticaba.
El jugador se ha referido a su pasado y no ha dado más importancia a este hecho.
“Es un partido más que quiero ganar con mi equipo de ahora. Es importante ganar por muchas razones, no más por eso. Voy a jugar ante un ex club pero nada más que eso” afirmó el delantero que dejó claro que si marca, lo va a celebrar. “Obvio” dijo de forma contundente.
Después de la derrota sufrida ante el Betis, el equipo ya ha cambiado el chip. Y toda la ilusión está puesta en la cita del viernes ante la visita de los gallegos.

“Es un partido importante para nosotros, necesitamos sumar puntos y poder afianzarnos desde la victoria” dijo el jugador.

“Nos vamos a medir a rivales grandes y hay que estar preparados. La realidad es que no jugamos al ritmo que merecíamos, se dio así. El Betis con su categoría, corrimos detrás de la pelota y se hace muy difícil. Esa fue la impresión de fuera pero físicamente estamos muy bien”, dijo el jugador.
Lucas Boyé asegura estar bien físicamente después de haber sufrido una lesión que le frenó su buena marcha.”Me encuentro bien. Ya ha superado los problemas”

Tampoco se quiso pronunciar sobre la crisis que vive el equipo gallego. “Nada tengo que decir sobre su situación. Yo pienso en el Elche y quiero ganar el viernes de todas las maneras”.

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