Javier Matías Pastore (33) llegó la temporada pasada al Elche Club de Fútbol generando una corriente de opiniones diversas. La gran mayoría positivas, que lo veían como el gran colofón de aquel mercado de fichajes. Un jugador que había movido muchos millones de euros y que había sudado la camiseta de la selección argentina en 29 ocasiones. Había, pretérito imperfecto.

Otros lo veían como un jugador cuya carrera estaba cayendo en picado. Venía de someterse a una cirugía a causa de un edema óseo que lo tuvo sin jugar desde noviembre de 2019 hasta mayo de 2020. El flaco era sabedor de que su estado físico había mermado considerablemente pero llegó a España ilusionado. Pronto, esa ilusión se trasladó a las gradas del Martínez Valero.

Al igual que llegó, dicha ilusión se fue diluyendo rápidamente. Quizá se puso un listón muy alto con el argentino, jugando media hora en su debut (18/09/2021 ante la UD Levante). En el siguiente partido, el 4-1 en Villarreal, Pastore volvió a jugar los treinta minutos finales. Escribá venía colocándolo de mediapunta y se dio cuenta de que Pastore ya no estaba para presionar. Qué cosas.

A raíz de ahí trató de encajarlo desde la banda izquierda. Se puede decir que el técnico valenciano lo intentó, porque cuando llegó Francisco, Pastore tan solo tuvo minutos en dos partidos. No sería hasta el tramo final, con la salvación asegurada, cuando el argentino disputase los últimos tres encuentros; destacando de forma abrumadora el partido en casa ante el Getafe (3-1), donde el flaco dejó una masterclass de controles, regates, pisadas…Llegó a parecerse a lo que en su día fue.

Si no hubiera jugado en aquel encuentro, o no lo hubiera hecho de esa forma, quién sabe dónde estaría el de Córdoba en estos momentos. Quizá en una liga exótica o bien en su casa pero en ningún caso continuaría en el Elche CF. Aquellos minutos dejaron a todos con ganas de más, incluidos a los propios Pastore, Francisco y Bragarnik.

Pastore renovó por una temporada más, dejó el dorsal 15 para enfundarse el “7” y comenzó una preparación específica. Sus publicaciones en redes sociales invitaban al optimismo. “Es su año”, “no estamos preparados para lo que se viene”, “¿no será capaz, verdad?”. Pues no, la cruda realidad es que no está siendo capaz. No pudo siquiera completar gran parte de la pretemporada junto al resto de sus compañeros y por ahora tan solo acumula 4 minutos en el partido ante la UD Almería (1-1).

Los escenarios no han sido los adecuados pero de igual manera se prevé difícil que el argentino pueda sentirse importante en el equipo de Francisco. El Elche CF de la temporada pasada era un equipo aguerrido, luchador, y el flaco, tristemente, ya no está para esas tesituras. Ojalá pueda darle la vuelta a una complicada situación; contra el físico no hay mucho que hacer. Pase lo que pase, las calles nunca olvidarán a Javier Pastore.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí