A falta de menos de 48 horas para que finalice el periodo de fichajes invernal, el Elche CF no se plantea hacer ninguna inversión. No ha sido un mes de muchos nombres, pese a que la situación lo requiere. El conjunto franjiverde se encuentra sonrojantemente descolgado de la zona de la permanencia y las sensaciones en este mes de enero son de dejadez. Si desde dentro del Club nadie cree en la permanencia, ¿quién lo va a hacer?

Uno de los posibles fichajes que más ha sonado es Aridane Hernández. El central tuinejense quería venir y el propio Machín alabó en rueda de prensa su posible fichaje. Osasuna se mantuvo en sus trece y Arrasate comenzó a ponerlo en el once. Tanto que el ex del Cádiz ha completado los últimos cuatro partidos de Liga. Se antoja más que difícil que Aridane acabe recalando en el Elche; sin embargo, podría acceder a firmar un preacuerdo de cara a la temporada que viene. A día de hoy sería más ilusionante poder contar con un central de su experiencia en Segunda a que venga ya.

Otro que no vendrá es Mickaël Malsa. El periodista Roberto Antolín ha informado nuevamente de la situación del centrocampista de Martinica. El Elche CF “habría querido añadir una cláusula de diez millones de euros” por el jugador del Real Valladolid y éste se habría negado. Bragarnik deberá abrir su libreto y buscar nuevas opciones para reforzar un centro del campo debilitado. También se espera una novedad en el ataque. Tras la salida de Roger, el Elche apura sus opciones para incorporar un delantero como cedido.

Llegó alguien con experiencia como es Pablo Machín, a quien se le prometieron unos fichajes y como tal solo llegaron Magallán y Carmona. El técnico soriano es un buen entrenador, pese a haber tomado decisiones cuestionables como los días de Osasuna y Cádiz. No se ha visto una reacción en el equipo, que ha mejorado competitividad pero sigue lejos de ser un grupo de Primera División.

Christian Bragarnik se ha dejado ir. Desde que firmó a Machín a mitad del mes de noviembre ha estado especulando con la posible mejora del equipo para ver si merecía la pena fichar. Pues bien, evidentemente que merecía. Se lo debía a la afición y al propio Machín. Ahora ya es demasiado tarde; mañana no sorprenderá a nadie con un Fede Fernández de la vida. Al menos se podrían haber intentado más operaciones como las de Carmona. Jugadores que vengan y demuestren garra y pasión por el Club.

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